Un nuevo estudio del ICTJ ofrece a los profesionales orientación sobre el apoyo psicosocial

19/09/2024

Nueva York, 19 de septiembre, 2024— El campo de la justicia transicional reconoce cada vez más la importancia de la salud mental y el apoyo psicosocial en contextos de violaciones masivas de los derechos humanos. Sin embargo, a pesar de la creciente promoción y concienciación a nivel de políticas globales, el campo carece de un enfoque sistemático de la cuestión. Hoy, el ICTJ publica un nuevo informe que contribuye a dicho enfoque.

Titulado “ La búsqueda del bienestar de las personas: incorporación de un enfoque psicosocial a la justicia transicional ”, el estudio ofrece orientación sobre cómo aplicar una perspectiva de SMAPS para analizar contextos, evaluar necesidades y diseñar e implementar programas de justicia transicional.

“La justicia transicional se ha guiado durante mucho tiempo por el principio de ‘no hacer daño’”, dice Virginie Ladisch, experta senior del ICTJ y autora principal del informe. “Ahora queremos ir más allá de él y ser más intencionales en la promoción del bienestar de las personas, las comunidades y las sociedades afectadas por la violencia y la represión”.

Los daños psicosociales que resultan de las violaciones de los derechos humanos tienen un impacto devastador no sólo en las víctimas individuales, sino también en sus comunidades y en las relaciones sociales en general. A nivel individual, estos daños pueden incluir sentimientos intensos de miedo, desconfianza, aislamiento y pérdida de control. A nivel social, pueden incluir polarización, desconfianza y violencia entre comunidades y una reducción de la acción y el compromiso colectivos.

Las intervenciones que buscan abordar los daños psicosociales después de períodos de conflicto o represión deben responder a las necesidades de las víctimas y enfrentar las causas profundas de esas violaciones y los sistemas que permitieron que ocurrieran. Igualmente, deben analizar las estructuras que llevaron a los abusos con miras a prevenir la recurrencia de la violencia y promover una sociedad igualitaria e inclusiva.

Por su parte, los procesos formales de justicia transicional (incluidas las iniciativas de búsqueda de la verdad, los mecanismos de rendición de cuentas y los programas de reparación) deberían incorporar un enfoque de salud mental y apoyo psicosocial. Esto requiere considerar el impacto total de los daños en las personas, las comunidades y los sistemas sociales más amplios, y desarrollar respuestas específicas para cada contexto que aborden esas diversas necesidades psicosociales en todas las intervenciones.

“Otro aspecto crucial, y a menudo pasado por alto, de la incorporación de un enfoque psicosocial en el trabajo de justicia transicional es la necesidad de cuidar a los cuidadores”, señala Ladisch. “Si el personal no recibe apoyo, la tensión emocional puede poner en peligro el bienestar de la persona, el bienestar de quienes trabajan con ellos y la eficacia del trabajo en general”.

“La perspectiva psicosocial debe ser una parte fundamental de nuestro marco de análisis”, dice el Director Ejecutivo del ICTJ, Fernando Travesí. “De manera similar a cómo incorporamos el enfoque de género en todos los aspectos de nuestro trabajo, el campo de la justicia transicional debería adoptar un enfoque transversal para la salud mental y el apoyo psicosocial”.

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FOTO: “Flight”, una pintura de la artista tunecina Sabra Ben Fradj, explora el mundo imaginario del niño y sus ilimitadas posibilidades creativas. La pintura fue parte del Concurso de Arte Wide Awake 2022 del ICTJ, que presentó obras de artistas del Líbano y Túnez que buscan documentar las historias de sus comunidades en tiempos marcados por la inestabilidad, la resistencia y el cambio. (ICTJ)