NUEVA YORK/BRASILIA, 22 de septiembre de 2011—El Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ) aplaude el paso trascendental que ha dado Brasil hacia la creación de una comisión de la verdad, y observa oportunidades para garantizar su éxito.
La Cámara de Diputados de Brasil aprobó el pasado miércoles 21 una ley de creación de la Comisión Nacional de la Verdad para aclarar hechos y responsabilidades relativos a los crímenes cometidos por la dictadura militar que sufrió el país. Ahora la ley se traslada al Senado, donde se espera una rápida aprobación que demuestre el consenso existente entre los partidos.
Según David Tolbert, presidente del ICTJ, "El rápido establecimiento de una comisión de la verdad puede ser decisivo para la materialización de los derechos de las víctimas y sus familias, y ayudar a los brasileños a comprender un doloroso periodo de su historia. Pero esa comisión debe ponerse en marcha con sumo cuidado para alcanzar realmente esos objetivos, contribuir a prevenir futuras violaciones de derechos humanos, fortalecer la democracia y consolidar el Estado de derecho".
La ley presenta ventajas considerables, entre otras cosas porque reconoce expresamente el derecho de las víctimas a la verdad y se compromete a investigar el paradero de los desaparecidos forzados y a esclarecer quién fue responsable y qué estructuras estuvieron detrás de las torturas, las desapariciones y las ejecuciones arbitrarias. Sin embargo, se enfrenta a enormes desafíos.
Partiendo de la experiencia que avala el trabajo de las comisiones de la verdad en todo el mundo, el ICTJ apunta las siguientes oportunidades cruciales para el éxito de la ley:
- La presidenta Rousseff tiene la posibilidad de elegir a los miembros de la comisión partiendo de una cuidadosa y transparente consulta a la sociedad civil y asegurándose de que los comisionados sean personas muy respetadas y consideradas políticamente independientes, capaces e imparciales.
- Con su considerable experiencia en la puesta en marcha de ambiciosas políticas de reparación, Brasil tiene ahora la oportunidad de crear un modelo sólido para la aplicación del derecho a conocer la verdad de las víctimas y la sociedad. La actuación de la comisión, si se coordina con la de consejos de reparación y con los archivos nacionales, puede ayudar a esclarecer comportamientos por mucho tiempo ocultos.
- Brasil puede activar importantes recursos institucionales para mantener una comisión de la verdad sólida y eficaz. Una comisión coherente y dotada de recursos adecuados será capaz de aplicar la ley, que autoriza el inicio de una profunda investigación de las graves violaciones de los derechos humanos sufridas no sólo por adversarios políticos, sino por defensores de los derechos humanos, comunidades religiosas, campesinos sin tierra, pueblos indígenas, activistas comunitarios, intelectuales y artistas.
- Brasil cuenta con una palpitante sociedad civil que, incluyendo a asociaciones de víctimas, se interesa por un amplio abanico de asuntos relacionados con los derechos humanos. La comisión puede aprovechar sus virtudes y sus aportaciones críticas para afianzar su propio trabajo y ser más determinante para el futuro del país.
- Brasil tiene también una consistente comunidad académica, con universidades de primera categoría e investigadores que pueden colaborar eficazmente en la búsqueda de la verdad y la difusión de las lecciones históricas pertinentes. Mientras funcione la comisión de la verdad y posteriormente, la comunidad académica debería convertirse en un baluarte frente a la negación, tanto de derechos, como de la verdad y la justicia, actuando por defenderlos.
- Partiendo de su ferviente compromiso con la verdad y la reparación, Brasil puede ahora avanzar hacia el desarrollo de adecuados procedimientos fiscales, siguiendo las orientaciones de ciertas decisiones tomadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en materia de desapariciones y ejecuciones arbitrarias.
Según Eduardo González, director del Programa de Verdad y Memoria del ICTJ, "Gracias a su liderazgo internacional, Brasil puede sumarse con decisión a las naciones que han decidido enfrentarse al pasado y proclamar el derecho a conocer la verdad". "Brasil puede aprovecharse de las mejores prácticas y lecciones extraídas de experiencias anteriores, muchas de ellas en Latinoamérica, innovando también y desarrollando su propio modelo".
El ICTJ está dispuesto a acompañar y apoyar al Gobierno y a la sociedad civil brasileños cuando se aplique esta importante ley.
Sobre ICTJ
El Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ, por su sigla en inglés) es una organización internacional que asiste a países que buscan establecer responsabilidades por atrocidades masivas o abusos de derechos humanos; trabaja en sociedades que emergen de regímenes represivos o conflictos armados, así como en democracias consolidadas en las cuales violaciones del pasado siguen sin resolverse. Para tal efecto, provee información comparada, análisis legal y de políticas públicas, documentación e investigación estratégica a gobiernos, organizaciones no gubernamentales y sistemas judiciales, entre otros.
Contacto Astrid Elena Villegas Comunicadora Programa Colombia Centro Internacional para la Justicia Transicional, ICTJ Tels: 2480488 ext. 109 / 3204980028 avillegas@ictj.org | http://www.ictj.org/es/