EL SALVADOR– Campesinos de Chalatenango han sido acosados por el Ejército y la Policía, tras ser víctimas colaterales de una orden tuitera del presidente Bukele, que acusó al FMLN y a sus alcaldes de proteger a narcotraficantes y contrabandistas. En la frontera chalateca, la "nueva normalidad" sigue detenida pese a las leyes y tratados que protegen a los habitantes de los exbolsones. La Iglesia católica, la PDDH y organismos de derechos humanos denuncian que el Gobierno ha tomado la excusa del combate al narco para reprimir a pobladores de municipios controlados por el FMLN con acciones que recuerdan a la persecución política que se abolió en 1992.
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