La transformación digital del mundo afecta en gran medida la labor del ICTJ y de otras organizaciones de derechos humanos, trayendo consigo tanto oportunidades como desafíos. Por un lado, esta transformación elimina muchas barreras relacionadas con la distancia física, permitiendo una participación y colaboración más amplias. También pone a disposición grandes cantidades de información y tecnología innovadora, que pueden ayudar inmensamente a los defensores de derechos humanos siempre que puedan acceder a ellas y utilizarlas eficazmente. Por otro lado, presenta nuevas amenazas a la seguridad y nuevos obstáculos en la búsqueda de la rendición de cuentas, la búsqueda de la verdad y la protección de los derechos y los espacios cívicos.
En este momento, es vital desarrollar herramientas y estrategias digitales para documentar las violaciones de los derechos humanos, analizar datos e información relacionada a rendición de cuentas o reparación, exigir responsabilidades a las empresas de redes sociales y tecnología y defender los derechos humanos en línea de forma segura. Esto es especialmente importante en contextos en los que las víctimas, los defensores de derechos humanos y los miembros de los medios de comunicación viven con miedo o corren algún otro tipo de peligro.
Con este fin, el ICTJ ha puesto en marcha iniciativas que aprovechan la tecnología avanzada y proporcionan a las víctimas, activistas y periodistas herramientas para acceder a información crítica y un espacio colaborativo. En concreto, el ICTJ ha desarrollado cursos de formación para activistas de derechos humanos sobre técnicas de investigación digitales y de código abierto, que les permiten documentar e investigar con mayor eficacia las violaciones de derechos humanos en regiones afectadas por conflictos.
En 2023, el ICTJ organizó un curso introductorio sobre investigaciones digitales de código abierto para activistas de derechos humanos de Yemen y Libia. Un año más tarde, ofreció dos sesiones de formación avanzada para los activistas que supervisan la situación de los derechos humanos, documentan violaciones y verifican la información en sus respectivos países.
Los participantes, seleccionados en conjunto con aliados locales del ICTJ, recibieron formación sobre la realización de este tipo de investigaciones. Aprendieron a planificarlas y a utilizar las redes sociales, la geolocalización y otras herramientas para llevarlas a cabo. La formación se organizó en colaboración con el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de California-Berkeley.
"El objetivo de estas formaciones no es sólo desarrollar las capacidades de los activistas locales", explicó Reem El Gantri, responsable del programa del ICTJ para Libia. "También estamos creando un centro para expertos de habla árabe".
Esta primera formación avanzada incluyó instrucción teórica y práctica, y los participantes trabajaron en grupos para profundizar su comprensión de las investigaciones digitales y el uso de datos de fuentes abiertas. Cada grupo estudió un caso concreto, identificado por expertos y participantes, y lo investigó utilizando las herramientas y técnicas aprendidas en el curso, desde la planificación hasta la evaluación y verificación. El último día, los grupos presentaron su trabajo y sus conclusiones.
"Los participantes perfeccionaron sus conocimientos en cada fase de la actividad", afirmó El Gantri. "La presentación final puso de manifiesto sus estilos informativos, reflejando sus personalidades y conocimientos únicos". Un grupo, autodenominado Liga de la Justicia, incluso produjo un breve vídeo para presentar sus conclusiones.
A este curso le siguió una sesión de formación de formadores, en la que los participantes, principalmente libios, aprendieron a enseñar a otros las investigaciones digitales de código abierto. La sesión se centró en técnicas pedagógicas, enfoques para atraer a estudiantes adultos, metodologías de evaluación y estrategias para crear un entorno de aprendizaje profesional y respetuoso. Los participantes también participaron en un ejercicio de simulación diseñado para mejorar su comprensión de los componentes específicos de tales investigaciones.
Al término de la sesión de formación práctica, se pidió a los participantes que redactaran y presentaran posteriormente una evaluación en la que desarrollaran un plan de clase sobre un elemento de las investigaciones de fuentes abiertas. También se les pidió que prepararan un comentario sobre el addendum a la decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre el caso de Sudáfrica contra Israel, el cual fue elaborado por Forensic Architecture utilizando fuentes digitales abiertas.
"Gracias a este curso, he podido adquirir conocimientos vitales para verificar la información, lo que aumenta la exactitud y fiabilidad de mis investigaciones e informes", declaró un participante libio. "Este tipo de formación mejora la capacidad de las personas y las organizaciones para descubrir hechos y hacer frente a las noticias falsas y las infracciones, lo que contribuye a la transparencia y la rendición de cuentas".
En Yemen se organizó otra capacitación avanzada para fortalecer la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) locales y los grupos de víctimas y posicionarlos mejor para desempeñar un papel significativo en cualquier proceso futuro de justicia transicional. A esta sesión asistieron 16 representantes de OSC y grupos de víctimas que trabajan para documentar abusos de los derechos humanos en diferentes provincias del país. Al igual que la capacitación avanzada en Túnez, la finalidad era mejorar las habilidades de los participantes en materia de documentación y análisis de la información.
“En las zonas de conflicto y los entornos de alto riesgo, donde el trabajo de campo suele verse obstaculizado por dificultades de acceso y movimiento, estas habilidades [de investigación digital] son invaluables. Como activistas y defensores de los derechos humanos, nos enfrentamos a la abrumadora tarea de navegar entre una sobrecogedora cantidad de información”, explicó un participante yemení. “Nuestro desafío es obtener información confiable, verificada y bien documentada que pueda fortalecer los mecanismos de protección de los derechos humanos, garantizar la rendición de cuentas y combatir la impunidad”.
“En contextos complejos y profundamente polarizados como el de Yemen, la desinformación complica aún más nuestro trabajo”, continuó. “Por ello, es de suma importancia fortalecer nuestra capacidad para emplear estas metodologías modernas de monitoreo, seguimiento y recopilación de información”.
“Estas capacitaciones impulsaron a los participantes a pensar objetivamente y considerar todas las posibilidades a la hora de realizar sus investigaciones, lo que fortalece sus habilidades analíticas”, dijo Nour El Bejjani, directora del programa de Yemen del ICTJ. “No solo presentaron a los participantes herramientas digitales para recopilar y verificar datos de fuentes abiertas, sino que también les permitieron sentirse cómodos utilizándolas en su trabajo de monitoreo de violaciones de derechos humanos, que es lo más importante”.
El ICTJ tiene previsto continuar con esta labor y ofrecer más cursos de formación para educar a investigadores de habla árabe en el uso de fuentes abiertas, garantizando así que los contextos, los idiomas y los matices locales se comprendan y respeten en el proceso de documentación e investigación. Este enfoque también permitirá a las organizaciones de la sociedad civil y a los grupos de víctimas locales documentar e investigar mejor las violaciones de los derechos humanos, preservar las pruebas que reúnen y promover la rendición de cuentas y la justicia incluso en los contextos más difíciles.
“La localización de la capacidad para llevar a cabo estas investigaciones [de código abierto] permitirá a los investigadores, periodistas, investigadores y defensores de derechos humanos tener un mayor impacto en los temas que más les importan, sin depender del apoyo de los gobiernos y organizaciones occidentales para llevar a cabo ese trabajo”, dijo Brian Nguyen, gerente de capacitación en investigaciones de código abierto en el Centro de Derechos Humanos en Berkeley. “El trabajo que hacemos con la sociedad civil yemení y libia, si resulta exitoso, puede ser un modelo para otras regiones del mundo”.
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FOTO: Una participante (centro) en el curso avanzado de investigación en fuentes abiertas para activistas y periodistas libios y tunecinos, que se celebró en Túnez en julio de 2024, recibe su certificado de finalización. (ICTJ)